Como cada año por estas fecha, ha tenido lugar nuestra comida de Navidad, una ocasión para reunirnos todas. Durante el año, por estar cada una en un turno diferente es difícil de haceros coincidir, por eso esta es una ocasión muy esperada para estar todas juntas. Las fotos del día no os las puedo poner, han salido todas borrosas....., cosas de la técnica.
Es Navidad, sí, Navidad, esa época del año en la que parece que todo el mundo se vuelve generoso, solidario, es como si hubiese algo en el aire que se transmite y nos transforma. Eso para mí es triste, porque si durante este mes somos capaces de ser así, ¿porque no durante todo el año?
Pasamos por una época difícil, unos años duros, os confieso que ya me da miedo encender el televisor y ver las noticias, ó comprar el periodico del día y ver una desgracia tras otra. Pero no se puede meter la cabeza bajo tierra como hace el avestruz, tampoco convertirnos en Robin Hood, pero seguro que si miramos a nuestro alrededor siempre encontraremos a alguien al que poder ayudar,no hablo de dinero, hablo de una sonrisa,de saber escuchar,de dar apoyo a quien sus cimientos le tiemblen, porque todos y cada uno de nosotros podemos pasar al lado opuesto en cualquier momento. Así es la vida, hoy estamos arriba y mañana abajo, hoy te comes el mundo y mañana es el mundo el que te ha comido a tí.
Con toda esta retahila, quiero daros las gracias a todas, a todas mis niñas, por estar conmigo, por confiar y creer en mí, por convertiros en mi segunda familia, esa que no te viene dada por sangre y que no por eso es menos importante. Aprendo cada día de todas y cada una de vosotras y eso amigas mías, eso no tiene precio.
También quiero dar las gracias a Elena, mi amiga, por estar conmigo, por ayudarme y porque a pesar de su mala racha aporta muchísimo a mi vida.
Por último acordarme de Cecilia, también mi amiga, porque soy afortunada de tenerla como tal, gracias por tu ayuda y por darme tu cariño.
Feliz Navidad a todas.
